Lo que se ve y lo que no se ve

 

 
LO QUE SE VE Y LO QUE NO SE VE
 
No por azar llamó Hazlitt a Bastiat "un maestro de la reducción al absurdo“. Recurrió Bastiat en diversas oportunidades a ejemplos llamativos de estas reflexiones que Hulsman compara con los modernos análisis contra factuales: ¿es bueno que el ferrocarril de Francia a España se detenga en Burdeos porque ello fomenta la actividad en esa ciudad?. Pues hágase el <ferrocarril negativo>, que se detenga en mil localidades y las enriquezca generosamente a todas.

¿No alegan los proteccionistas que a más trabajo, más riqueza?. Pues prohíbase a los ciudadanos el uso de la mano derecha, la demanda de trabajo se duplicará y la pobreza desaparecerá como por ensalmo.
¿No es bueno conseguir una balanza comercial <favorable>?  Pues entonces las tormentas que hundiesen los barcos en los que los comerciantes traen mercancías serían beneficiosas para el país.

Quizás el ejemplo más conocido sea su Petición de los fabricantes de velas, exigen al Gobierno protección ante un desleal competidor foráneo: el sol. Reivindican carga de trabajo y ayuda para un sector estratégico, y que las autoridades ordenen cerrar todas las ventanas de las casas, con lo que el consumo de velas se multiplicaría, y con él el empleo y la prosperidad.

Esa única lección de la economía, por tanto, es la lección de la modestia ante lo complejo y ante las consecuencias no previstas ni deseadas de las acciones humanas y en particular políticas. Como apunta Hébert, es una lección fundamental para los liberales: <si juzgamos la política económica solo por sus efectos inmediatos y superficiales, no solo
no lograremos los buenos resultados pretendidos, sino que de forma indudable y creciente socavaremos la libertad>.
El economista austriaco Bohm-Bawerk, que no fue en todo un admirador acrítico de Bastiat, escribió: <siempre he pensado que una de las ideas más afortunadas de Bastiat, entre las muchas que tuvo> fue la que resumió en el título  Lo que se ve y lo que no se ve :

Semejante lema describe de modo insuperable una de las más importantes aportaciones que la teoría ha sido llamada a prestar a la praxis. La praxis tiene ojos buenos y penetrantes y de <lo que se ve> no desaprovecha absolutamente nada, Pero, precisamente, no se ve todo. Y con cierta frecuencia se oculta <lo que no se ve>, la cara opuesta, justamente el verdadero y decisivo ser de las cosas.


(La ley, Fréderic Bastiat, Alianza Editorial)

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