El Fetichismo del "Pleno Empleo"

El objetivo económico de las naciones, como el de los individuos, es lograr el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.

Todo el progreso económico de la humanidad ha consistido en obtener mayor producción con el mismo trabajo. Tal impulso indujo al hombre a poner las cargas sobre el lomo de los mulos, en lugar de transportarlas sobre sus propias espaldas; le hizo inventar la rueda y el carro, el ferrocarril y el camión. Fue éste, en fin, el móvil que le animó a emplear su ingenio en el perfeccionamiento de un sin número de mecanismos economizadores de trabajo.

Todo esto es tan elemental que resultaría ridículo exponerlo, a no ser porque constantemente lo olvidan quienes acuñan y hacer circular las nuevas consignas partidistas. Expresado en términos nacionales, este principio básico del razonamiento económico significa que nuestro objetivo primordial debe ser elevar la producción al máximo. El pleno empleo-- es decir, la ausencia de ocio involuntario-- es una consecuencia necesaria de la realización de este objetivo.

Pero la producción es fin; el empleo, únicamente el medio de conseguirla. No podemos prolongar indefinidamente un estado de pleno rendimiento de nuestra economía sin engendrar al propio tiempo pleno empleo. Por el contrario, podemos conseguir fácilmente "pleno empleo" sin haber alcanzado una producción plena.

Las tríbus primitivas están desnudas, su alimentación y alojamiento son míseros, pero no padecen paro.  China y la India son más pobres que USA, pero su principal dificultad económica nace de los primitivos métodos de producción utilizados (causa y efecto, a un mismo tiempo, de la escasez de capitales), no del paro.
No hay nada más fácil de conseguir que el pleno empleo  cuando, considerado como un fin, queda desligado del objetivo de la plena producción. Hitler proporcionó empleo total por medio de un gigantesco programa de armamento. La guerra hizo posible el pleno empleo en todos los países beligerantes. Los trabajadores-esclavos en Alemania disfrutaron de pleno empleo. Los presidiarios condenados a trabajos forzados disponen de pleno empleo. La violencia permite siempre proporcionar pleno empleo.

Sin embargo, nuestros legisladores no presentan al Congreso proyectos de ley sobre Producción Plena, sino sobre pleno empleo.

Las cuestiones enlazadas con los problemas de los salarios y el paro son debatidas como si no guardasen relación con la productividad y el volumen total de los bienes producidos.

Partiendo del supuesto de que existe solamente una cantidad determinada de trabajo a realizar, llegan algunos a la conclusión de que la semana de treinta horas proporcionaría mayor número de empleos y sería preferible, por tanto, a la de cuarenta horas. Se toleran infinidad de prácticas sindicales encaminadas a extender el empleo, porque las gentes carecen de una visión clara de estos problemas.

Si un sindicalista amenaza con arruinar a una emisora de televisión por no avenirse a dar empleo a doble número de músicos del que estime necesario, gozará del apoyo de un amplio sector del público por suponer que, en definitiva, sólo se trata de crear colocaciones.

El progreso de la civilización ha significado la reducción del número de personas empleadas, no su aumento. El continuo crecimiento de nuestra riqueza nacional nos ha permitido eliminar virtualmente el trabajo de los niños, liberar de la apremiante necesidad de trabajar a muchas personas de edad avanzada y hacer innecesario el que millones de mujeres tengan que buscar colocación. La proporción de la población norteamericana que precisa trabajar para subsistir es mucho menor.

El problema de la distribución de la riqueza, considerado como la cuestión del día, es más sencillo de resolver, después de todo, cuanto mayor sea el caudal de bienes a distribuir.

Podemos hacer más claro nuestro razonamiento si colocamos nuestro mayor énfasis en el lugar donde realmente corresponde: en una política económica que permita elevar la producción al máximo.



(Henry Hazlitt, La economía en una lección, Ed. Unión Editorial)

Comentarios

Entradas populares