! Usted no nos representa ¡

                                            !          Usted no me representa ¡

Los representantes electos, creen que una vez elegidos pueden hacer o decir lo que les parezca sobre cualquier tema, y esto no es cierto.

Al final tendremos que hacer un documento tipo contrato, enumerando cuales serán los temas que debe defender el representante y el motivo por el cual sería elegido. Quedando desautorizado a realizar cualquier declaración o acción que no se encuentre justificada en el citado contrato.

No es de recibo escuchar los insultos y las groserías que últimamente oímos, cuando cualquier tema puede ser defendido con contundencia y educadamente.

Tampoco es de recibo ver como defienden sus ideas a cualquier precio, aunque mienten de forma descarada y ofensiva.

No se puede aceptar que con tal de tener razón, nieguen lo más evidente, aún a costa del sufrimiento de los demás.

No puede aceptarse que hagan declaraciones contradictorias, dependiendo de quién hablen.

No es correcto fomentar el odio entre personas, solo para defender su forma de pensar. Esto no nos representa

No se puede asumir que se hiera y se ofenda con la finalidad de imponer sus ideas, sin ser capaces de convencer.

No nos representan cuando solo crean crispación y saca los peores instintos de las personas.

Por el camino del odio y de la crispación nunca se resuelven los problemas. Y esto no nos representa

Todos somos iguales, aunque tengamos diferente ideología, y todos somos capaces de cometer errores y hasta horrores.

Por el camino del odio y el rencor lo único que se consigue es acabar en el precipicio, por ello no nos representan.

Cuando defiende los escráches y las okupaciones intimidatorias, no nos representan.

Si su método es el exabrupto y la acusación vil, no nos representan.

Si es un amargado y un ruin intolerante, no nos representa.

Cuando pone un twitter para mofarse, no nos representan.

Pues bien propongo en estos tiempos tan modernos, donde las comunicaciones son extremadamente rápidas, Un censo del mal representante, de modo que cuando digan una aberración, votemos de inmediato en dicho censo, y tras alcanzar por ejemplo los 200.000 votos negativos, se le pueda desalojar de su función para que regrese a su antigua vida, antes de ser elegido.

(un jubilado aburrido y harto de escuchar groserías y ofensas)